Cuando el talento no se esfuerza el esfuerzo se impone

El Granada ganó, con todo merecimiento, al Barcelona. El Real Madrid, ante un PSG sin sus estrellas, rozó el bochorno, mientras que venció por 0-1 en el Ramón Sánchez Pizjuán ante el que era líder intratable en liga en un partido muy serio. Y el Atlético, que se creyó superior, tampoco pudo vencer al Celta. Los gallegos recogieron el fruto del trabajo bien hecho. Dejaron su portería a cero y sumaron un punto en el Wanda Metropolitano.

De hecho, diez equipos no han marcado en esta jornada. La mitad de los conjuntos de la liga. El nuevo líder, el Athletic, es el menos goleado. Ha dejado su portería a cero en cuatro de las cinco jornadas, habiendo recibido únicamente un tanto. El trabajo y el sacrificio defensivo ha llevado a los de Gaizka Garitano a lo más alto de la tabla clasificatoria. 

De hecho, el actual campeón, el FC Barcelona, es el equipo más goleado de la categoría junto al Betis y al Espanyol. Los tres equipos están por debajo de sus expectativas. En cambio, todos aquellos equipos que están siendo la sorpresa agradable están basados en el trabajo colectivo. El Granda, tercero, ha encajado cinco goles, pero cuatro fueron en el estreno liguero en el empate cosechado en Villarreal. 

El propio conjunto castellonense, que el año pasado coqueteó con el descenso, ha mejorado sus prestaciones defensivas y este curso está carburando mejor. Ha entendido que, por mucha calidad que atesore un equipo, si no se sacrifica y si no es ordenado tácticamente no es posible conseguir resultados positivos. 

En el torneo de la regularidad lo que hace conseguir los objetivos es el trabajo colectivo. El fútbol se juega en equipo. Atrás quedaron aquellos años de las ligas de los cien puntos y goleadas bochornosas para la competitividad. Hoy en día, quien no se ponga el mono de trabajo está perdido. Hasta el Barça de Messi. Porque, cuando el talento no se esfuerza, el esfuerzo se impone.