Lo de Eden Hazard se veía venir

Sabía que lo de Hazard iba a salir mal. Sabía que lo de Hazard no iba a salir como se esperaba. Ni soy más listo que tú, ni más inteligente, ni más adivino. Sabía que lo de Hazard iba a suponer más críticas porque se reunían multitud de factores que, con la máxima pereza, iban a tener las consecuencias de siempre. Las de siempre. Una vez más. Así de sencillo era de prever aquel fichaje.

El otro día leía una encuesta que, por directa que pueda parecer, me parecía interesante. "Si el Real Madrid recibiera una oferta por Hazard, ¿debería plantearse su salida?". Una pregunta que, insisto, me parecía interesante porque me generaba un debate interior y personal que, por un lado, esperaba y, por otro lado, me gustaría que se pudiera cumplir con la salida del belga.

Sabía que Hazard iba a ser muy debatido. Sabía que Eden iba a ser sometido a multitud de comentarios. Malos, buenos, regulares. De todo tipo. Y desde el primer día sentí una entremezcla de decepción, tristeza y pereza. Mucha pereza. Desde aquel día veraniego en el que tanto Chelsea como Real Madrid oficializaban su llegada al Santiago Bernabéu.

Ahora afirman que no ha triunfado. Pero, ¿cómo iba a triunfar Eden Hazard si antes de debutar ya decían que estaba gordo? Simplemente viendo su presentación el tema de su físico ya era tema de debate. Era tan ridículo como real. Sin haber debutado, sin haber disputado un sólo minuto, ya era tema de burla y mofas. Todo, absolutamente, desde la ignorancia. Como siempre, porque aquí en este país tenemos expertos de absolutamente todo. Expertos y haters, claro. La dupla mágica de las redes sociales. Los que llamaban 'gordo' a Hazard pensarían que el belga iba a mejorar físicamente para convertirse en Di María. ¿En serio no sabían que el belga tiene, y siempre ha tenido, su punto fuerte en el tren inferior? Es su clave. Uno de los factores más determinantes de su juego. Pues esas mismas voces críticas desde el sofá de su casa pensaban que venía gordo porque no estaba fino. Es cierto, también hay que decirlo, que llegó fuera de su peso, pero nadie podía esperar que adelgazara 10-15 kilos. Jamás. No lo había hecho nunca y, gracias a eso, había triunfado hasta convertirse en una de las máximas estrellas del Chelsea y de la Premier League.

¿Cómo iba a triunfar Hazard si ya se decía eso de él? En el Real Madrid iba a vivir una etapa casi antagónica a lo que había vivido durante siete años en Londres como jugador del Chelsea.

Un poder mediático mucho superior. Una crítica social inmensamente diferente respecto a lo visto en tierras británicas. Un precio estratosférico que de forma automática creaba unas expectativas muy altas. Un escenario en el que no sería el referente total ni el líder del campo. Y, de forma inesperada, una serie de lesiones que le han privado de ser regular. ¿El resultado? Una catarata de comentarios infecciosos, crítico-destructivos.

"Se lesiona mucho", dicen. Y sí, es así. Pero, ¿por qué nadie se pregunta la razón por la que ocurre? ¿Por qué nadie indaga en el asunto y da la respuesta a por qué en esta primera temporada y media se ha perdido infinitamente más días por lesión que en 7 años en el Chelsea? Por varias razones. Primero, porque habría que pensar, y eso ya es demasiado esfuerzo. Segundo, porque igual el problema no está en Hazard, y no interesa, o no vende.

Estaba escrito. Estaba escrita su historia y la de decenas de jugadores que han llegado al club madridista en los últimos años y que, producto de la prensa, se convierten de repente en megaestrellas que serán juzgadas por multitud de puntos de vista. Algunos absurdos, injustos y vomitivos, sí. Y, a partir de ahí, el (lamentable) show.

¿Sabríais decirme el último fichaje del Real Madrid que ha conseguido triunfar de forma rotunda? Con la tranquilidad de la lectura quizás sí te surja algún nombre, pero de buenas a primeras, al primer toque, seguramente no. Pues eso.

Cuando leí aquella encuesta, aquella pregunta, aquella hipotética situación, sentí la necesidad de participar, de decir un 'Sí' rotundo. Una mezcla de deseo por verle de nuevo en Stamford Bridge (de donde salió como un héroe, pese a irse, pese a dejar el club) y de que pudiera dejar el conjunto madridista donde, por otro lado, ha sido atizado de forma descomunal. Me gustaría que dejara el club. Me gustaría verle de nuevo en Inglaterra. Es así. No lo escondo.

Hazard no merece el trato sufrido. Es un futbolista magnífico.