Esteban Gómez nos recomienda un pronóstico para La Liga.
Otro de los grandes partidos que se vivirán en el fútbol español este fin de semana. Uno de los derbis más latentes, más calientes, más vibrantes y más emocionantes que se viven en La Liga cada año, cada temporada.
Sevilla se paraliza. Unos de blanco, otros de verdiblancos. Unos del Sevilla, otros del Real Betis. En esta ocasión, en el barrio de Nervión, y con ambos equipos en situaciones muy diferentes.
El Sevilla parece haber reaccionado últimamente, mientras que el Real Betis sigue generando decepciones cuando uno se para a mirar la gran plantilla que tienen con su posición en la clasificación.
Un duelo que tendrá muchos puntos de vista. El primero, el más recurrente, sin duda será el pasional. Un derbi vecinal que será el tema de la semana en la capital hispalense entre unos, los vencedores, y otros, los perdedores. O con las jugadas polémicas. Eso siempre, incluso con empate.
Creo que el Sevilla parte como favorito. Parece sencillo colocar a los de Lopetegui como candidatos a la victoria por numerosas razones. Primero, las deportivas, ya que aspiran a estar en Europa la próxima temporada y sus encuentros ya se convierten en finales en este último tramo de temporada. Segundo, porque son locales, porque el encuentro se disputa en el Ramón Sánchez Pizjuán. Tercero, porque el Real Betis genera más dudas que ilusión entre su parroquia, y su zona en la tabla clasificatoria es el claro reflejo de ello. Cuarto, porque una victoria del Sevilla podría ser muy importante en la dinámica deportiva y moral de sus eternos rivales viendo sus últimos resultados.
Evidentemente, se trata de un duelo emocional donde los sentimientos están a flor de piel y no sería la primera vez en la que uno de los dos equipos llega mal deportivamente hablando y tira de orgullo vecinal y territorial para obtener un triunfo. Pero debemos ser objetivos, y luego ya la sorpresa o el destino nos dará la razón. O no.
El Sevilla llega como favorito a la victoria. En su poder, en sus manos, está que se cumplan los pronósticos de la previa o que, por el contrario, el Real Betis intente aguar la fiesta sevillista.