La confirmación de Jack
Jack Grealish fichó por el Manchester City en verano de 2021 tras un traspaso de 117'5 millones de euros. Ese fue su escenario de partido, su punto de salida. A partir de ahí, la presión sería extremadamente alta para demostrar la gigantesca cifra pagada por los de Manchester.
Pese a que no era algo puramente personal (lo había pagado el club, no él), el foco sobre su figura iba a incrementar por numerosos motivos. Ya de por sí, es un futbolista que genera muchos comentarios (rivales y propios). Tenía un reto mayúsculo para demostrar que lo que había firmado y vivido en las filas del Aston Villa no era producto de la casualidad o del entorno. Y por si fuera poco, los casi 118 millones pagados por su fichaje.
Su primer año fue decepcionante. Para unos, confirmaba la locura veraniega. El desmedido precio pagado no parecía ajustarse a la realidad y la pobre primera campaña fue el resultado esperado. Para otros, era algo normal por el gran cambio que suponía y todo se vería mejor, o con otra perspectiva, en el curso 2022-23. Los segundos parecían tener razón.
Jack Grealish está firmando una muy positiva segunda temporada como jugador del Manchester City. Su rendimiento está siendo extraordinario, está siendo pieza clave en el esquema de Guardiola, está siendo habitual en prácticamente todas las alineaciones del equipo y su estatus de estrella mundial se ha consolidado. Su carisma, entre otras cosas, tiene mucho que ver.
El atacante inglés, ahora sí, está confirmando lo que se esperaba. Su momento de forma es positivo y parece haberse consolidado de forma sólida. Más allá de sus cifras, sus sensaciones. Parece haberse desquitado cualquier presión existente, cualquier carga mental que sí tenía hace un año por todos los cambios existentes.
Incluso se le puede considerar un líder sobre el terreno de juego, un auténtico imán para los rivales (sigue siendo uno de los jugadores que más faltas reciben de la Premier League) y, por si esto fuera poco, empieza a tener un don para aparecer en momentos decisivos para los suyos. Da igual que sea titular o suplente, cuando está sobre el césped acaba apareciendo.
Ahora sí. La confirmación de Jack es una realidad.