Acerca del partido
Comienza la 46ª edición de la Copa América, con sede en Brasil este año. El anfitrión se mide en el partido inaugural contra la selección boliviana, partido para el que parten como favoritos indiscutibles. Sin embargo, por su victoria ofrecen cuotas muy bajas, lo que hace poco apetecible apostar por el 1-X-2. Para aquellos valientes a los que les gusten las cuotas bajas, los datos respaldan la apuesta: Brasil sólo ha perdido 2 de los últimos 16 encuentros de Copa América mientras que Bolivia, en los 23 partidos disputados desde 1997, sólo ha ganado 1.
Cuotas a largo plazo
La gran favorita para alzarse con el trofeo al final del torneo es la pentacampeona mundial. Con cuotas cercanas al 50% de probabilidades, los de Tite parece que tendrán que jugar no sólo contra sus rivales, sino contra la presión de ser uno de los favoritos más destacados de los últimos torneos internacionales.
A la zaga les siguen equipos como Uruguay o Argentina, clásicos históricos de la competición americana, aunque las probabilidades que les dan a ambos son remotas comparadas con las de la canarinha.
Como curiosidad, podemos apostar por ganadores de la Copa América a selecciones invitadas como Qatar o Japón, aunque son los peores valorados por el apostante medio.
Dejando de lado el tema “ganador final”, podría ser interesante hacer un dutch entre ganadores del grupo C, donde parece que la cosa estará entre Uruguay y Chile, mientras que Ecuador y Japón deberían ser meros espectadores. Aproximadamente, se podría obtener un beneficio del 10-12%, en función de cuotas y bookies.
Tirando de estadística
Para el encuentro inaugural, la victoria local podemos dejarla descartada por su bajo interés, pero no así un hándicap asiático a favor, en este caso, de Bolivia (por ejemplo, +2.5). En 6 de los últimos 7 encuentros oficiales entre ambas selecciones, Brasil sólo fue capaz de conseguir una distancia de 3 o más goles en 1 ocasión, dato en parte motivado porque los anfitriones del torneo no fueron capaces de meter suficientes goles para conseguir el hándicap, incluso sin que Bolivia viera portería. En la misma serie histórica, sólo en 2 ocasiones Brasil fue capaz de meter 3 o más goles a su rival.