Si no fuera por la expulsión....
Hoy todo el mundo futbolístico se ha levantado con la misma pregunta. ¿Qué hubiera pasado si Fernando Torres no hubiese sido expulsado? El Cholo Simeone le dio un repaso táctico a Luis Enrique en los primeros 30 minutos de partido, hasta que en el 35 llegó la expulsión.
Lo dijimos cuando el Real Madrid visitó el Camp Nou el pasado fin de semana, este Barça sufre (y mucho) con la presión alta. Todos los equipos que le aprietan la salida de balón le complican en exceso la posesión y a menudo disponen de ocasiones claras de gol. Claro está que ya no es el mismo Barça que entrenaba Guardiola, que pasaba todos los balones por las tres líneas de formación y ahora dependen de latigazos de la MSN si es que les aprietan atrás. El Atleti salió con ese propóstito y sorprendió a todos con el dominio táctico que tuvo durante los primeros 35 minutos de encuentro.
Ya lo comentamos ayer cuando vimos la alineación que sacaba el Cholo Simeone con Yannick Carrasco acompañando a Torres y Griezmann, y sin duda no defraudó a nadie. Llegó a competirle la posesión al FC Barcelona, no basó su juego en transiciones directas para finalizar rápido si no que se la quedaba e iniciaba un juego tanto de posesión como vertical cuando había espacio. Todo un recital táctico que se fue al garete tras la expulsión de Fernando Torres. El niño había hecho el gol de los colchoneros pero parecía fuera de sí, con demasiada ansiedad. Ya la primera amarilla fue una entrada muy fuera de lugar casi en el centro del campo y con todo el equipo por detrás. No era necesaria y esa si fue una justa amarilla. Sin embargo la polémica llega con la segunda, que de nuevo es una entrada a la altura del centro del campo y sin mucho sentido. Suficiente para señalar falta, pero la duda es si fue suficiente para sacar segunda amarilla y por lo tanto expulsión.
Aun así, tras la expulsión de Torres, el Atlético fue capaz de cerrar líneas como si defendiera con 11. Todo un recital defensivo que solo se rompió en dos rechaces que cazó Suarez. El partido se convirtió en un equipo volcado a por el gol (Barça) y otro que pretendía defender la renta (Atlético). Al final el resultado fue de 2-1 pero las sensaciones de ambos conjuntos son bien distintas, uno capaz de desmontar al mejor Barcelona y el otro con muchas dudas desde la derrota frente al Madrid y repaso táctico del Atlético mientras ambos tenían los mismos jugadores sobre el césped.