El plan perfecto del Valencia

Cerca, muy cerca. El Valencia está cerca de sellar un objetivo marcado en agosto, que luego pasó a ser una quimera para finalmente haberse aparecido en forma visible. El conjunto valencianista llegará a la última jornada liguera en España con opciones materiales, reales, matemáticas de sellar su presencia en la próxima edición de la Champions League. Sí, y dependerán de ellos mismos.

El pasado fin de semana tiene un calificativo claro que resume los intereses del Valencia: perfecto. Fue el fin de semana perfecto. El plan establecido se cumplió al cien por cien, de forma perfecta. No pudo salir mejor. Ahora hablaremos de ello, pero el conjunto de Marcelino dependerá de sí mismo en la última jornada para estar la próxima temporada en la máxima competición continental.

Ganó el Valencia. Perdió el Getafe. Empató el Sevilla. Ganó el Real Valladolid. Si esto pudiera calificarse de alguna forma sería usando términos como “perfecto” o “inmejorable”. Es así.

Ganó el Valencia al Alavés en Mestalla. Era el primer paso a dar. Cumplir, ganar, sumar los 3 puntos y, entonces, esperar resultados de terceros en una de esas tardes “vintage” en las que las radios estuvieron más presentes que nunca en las gradas del coliseo valencianista. Se cumplió el plan establecido y, entonces, había que esperar noticias positivas. Y llegaron.

Perdió el Getafe en su visita al Camp Nou para enfrentarse al Barcelona. Sí, los goles del conjunto barcelonista se celebraron en Mestalla. El encuentro parecía descafeinado hasta la tarde del martes. El Barcelona, ya campeón, recibía a un Getafe que buscaría sumar (empate o victoria) para seguir manteniendo sus opciones de Champions. Pero explotó la bomba, saltó la gran noticia de la semana: el Barcelona sufría una dolorosa derrota en Anfield y provocaba un gigantesco terremoto en la ciudad condal. ¿Qué ocurría entonces? El que parecía un trámite ante el Getafe se convertía, entonces, en una obligación para ganar, dar la cara y sellar de alguna forma las paces ante la afición. Lo que era un partido más para los de Valverde se convertía, de repente, en una obligación. ¿Entonces? De repente el guión giraba y complicaba las aspiraciones deportivas del Getafe. Sí, la victoria del Liverpool fue una mala noticia para los del Coliseum Alfonso Pérez. Y así fue. El conjunto azulón perdía, el Valencia ganaba y los valencianistas conseguían colocarse cuartos, empatados a puntos. ¿Por qué? Porque los enfrentamientos directos entre ambos dan ventaja a los valencianos (0-1 en Getafe y 0-0 en Valencia). Misión cumplida para los de la capital del Turia.

Luego, un complemento. Luego, ese helado que te comes como extra en una cena de hamburguesas, fritos y demás. No es cena, pero entra bien. Eso fue el empate del Sevilla en el Wanda Metropolitano contra el Atlético. Los sevillistas no eran el principal problema del Valencia (sí, algo más, el Getafe), pero su 1-1 en la capital española se convertía en un extra que sólo hacía que sumar. Más diferencia todavía en la clasificación por los intereses europeos.

Reto conseguido: el Valencia dependerá de sí mismo en la última jornada. Si ganan en el José Zorrilla sellarán de forma matemática su presencia en la próxima edición de la Champions League. Y aquí apareció la guinda del pastel. El Real Valladolid llegaba al pasado fin de semana con mucha exigencia, jugándose la permanencia, con la posibilidad de que la última jornada se convirtiera en un examen vital para no perder la categoría. ¿Qué ocurrió? Victoria vallisoletana en Vallecas ante el Rayo Vallecano que sentenciaba de forma positiva para sus intereses el objetivo de la permanencia. Así, el Real Valladolid no se jugará nada más allá del orgullo en la última jornada.


El plan perfecto para el Valencia. Llegará a la última jornada dependiendo de sí mismo, ante un rival que ha cumplido su objetivo y con opciones matemáticas de sellar la clasificación para Champions League. ¿Está cerrado? ¿Está hecho? No, ni mucho menos. ¿Es viable? ¿Está abierto? Totalmente. Si ganan estarán en Champions. ¿Alternativas? Hacer el mismo resultado que Getafe y Sevilla en la última jornada.

Si hay un equipo que tiene la mejor posición en este tridente Valencia-Getafe-Sevilla para estar la próxima temporada en Champions League es, sin duda, el conjunto de Marcelino. Getafe y Sevilla deberán cumplir en sus respectivos partidos y, entonces, esperar una victoria del Real Valladolid. Pero no dependerán de ellos mismos. Dependerán del resultado del Valencia. Y es aquí donde debe destacarse lo ocurrido el pasado fin de semana en La Liga, en una penúltima jornada liguera en la que salieron las cosas muy bien para los intereses de los de Mestalla.

Un Valencia que quiere sonreír, aunque de momento de forma comedida. Lo tienen mejor que antes, lo tienen en su mano, dependen de ellos mismos, pero todavía deben certificar la clasificación en la última jornada. Seguramente Getafe y Sevilla se cambiarían por el conjunto valenciano y, entonces, refleja el importante logro conseguido por los de Mestalla el pasado fin de semana.